Como todo el mundo sabe, desde hace unos años a esta parte, el ministerio de Defensa, en el libro blanco de la defensa, se fijó como objetivo dar difusión a la denominada "cultura de defensa". Dentro de este marco, el CNI asume la tarea de difundir la cultura de inteligencia. De esta forma diversas publicaciones han visto la luz y las FAS y los temas de Seguridad e Inteligencia cada vez están más presentes en nuestras universidades.
Dentro de este contexto cabe mencionar la aparición del Nuevo Diccionario de Inteligencia, heredero del célebre glosario de inteligencia publicado por el Ministerio de Defensa. Llegados a este punto, sintiéndolo mucho, tengo que hacer un pequeño tirón de orejas. No se puede vender la importancia de una comunidad de inteligencia española y luego dejarla completamente excluida de proyectos de esta categoría que requieren un enorme esfuerzo conjunto si las cosas se quiere hacer realmente bien. Bastaría con que la mayoría pudiéramos expresar nuestra opinión al respecto y que luego alguien filtrara y seleccionara las aportaciones más interesantes o que se consideraran más relevantes. Me ha decepcionado el hecho de que no se haya contado con alumnos, profesores y analistas de una manera oficial. Es un error del CNI que no ha ganado nada favoreciendo la endogamia pero sí ha perdido mucho en la jugada. Lo siento por el director del CNI, a quien conozco personalmente desde hace tiempo, pero creo que el centro se ha confundido esta vez.
El diccionario, según dicen, es muy completo. Aparecen descritos varios tipos de agentes y diversos términos a nivel operacional y encubierto. Pero ¿cuántos términos dedicados al análisis aparecen? ¿Aparece el significado de catalizador, por ejemplo? ¿Y la misma definición de epistemología aplicada a la inteligencia? ¿Y los distintos grados y rangos del análisis? ¿Y el memo analítico? ¿Y la carga teórica de la observación? ¿Y la aplicación del Teorema de Bayes a temas de inteligencia? ¿Describen qué es y a qué se dedica un analista metodológico?
La endogamia de este país es absoluta e imposibilita la colaboración y un crecimiento real, sostenido y apoyado de la disciplina. Deberíamos aprender de los americanos. Para ellos no hay ninguna aportación que sea despreciable y tratan de involucrar a todo el mundo en sus proyectos. Una oportunidad perdida para dar visibilidad y entidad a la comunidad de inteligencia española de la que tanto hablan algunos. Aprendamos a hacer las cosas de una manera colaborativa y no exclusiva de unos pocos.
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