Hacía un tiempo que, por motivos varios, había dejado olvidado a mi querido búho analítico. Hoy voy a escribir una nueva entrada sobre Inteligencia Competitiva.
Uno de las decisiones estratégicas que antes o después debe tomar cualquier empresa es la que atañe a su localización. En esta decisión se ven involucrados tantos factores diferentes que no es raro que las empresas echen mano de un equipo multidisciplinar para asesorar al CEO. No es raro que los analistas internos trabajen codo con codo con analistas externos contratados exclusivamente para esta tarea. Unos se encargan de analizar la información externa (informes riesgo-país, publicaciones, cámaras de comercio, etc) y otros de la información interna (datos estadísticos de la empresa, series temporales, etc). La experiencia señala que es importante delimitar claramente desde el principio quien es el organizador y supervisor y quién decide qué técnicas de análisis utilizar y qué resultados son los satisfactorios. De lo contrario, pueden surgir malentendidos y tensiones varias.
Antes de continuar también es importante señalar que no existe un
único método universalmente válido para este tipo de decisiones, dada la gran
cantidad y diversidad de factores involucrados y que el número de
emplazamientos alternativos puede ser muy elevado. Cada uno de
los métodos existentes contempla una parte de los factores y aspectos a
considerar. Dada la importancia de este tipo de decisión y sus consecuencias estratégicas,
a veces es necesario combinar varios métodos para obtener una visión más
completa. Las decisiones
de localización son difícilmente optimizables, por lo que las soluciones
posibles sólo son satisfactorias (tener en cuenta que hay muchas variables
cualitativas que dependen de valoración subjetiva). Cada alternativa tendrá sus ventajas (puntos
fuertes) e inconvenientes (puntos débiles). La empresa debe tener esto en
cuenta y tratar de ajustarse en esta decisión a su estrategia empresarial.
El área de estudio que se encarga de analizar estas cosas se denomina "Teoría de la Localización" y ha desarrollado multitud de métodos analíticos que podemos aglutinar en tres grandes grupos: Exactos, Heurísticos y de Simulación.
-Exactos: Los métodos exactos son capaces de ofrecer una solución teóricamente óptima. Pero tienen dos grandes inconvenientes. Por un lado, simplifican demasiado la realidad, lo cual limita en gran medida la validez de los resultados y por otro la representación del problema puede ser tan complejo que no resulte fácilmente abordable desde el punto de vista del cálculo. Las técnicas más usadas dentro de este grupo son:
- Método de los factores ponderados
- Cálculo del centro de gravedad
- Árboles de decisión
- Técnicas "Electra"
- Análisis de regresión
- Método de transporte
-Heurísticos: Establecen
una serie de
reglas o procedimientos que facilitan la búsqueda de una solución
satisfactoria, reduciendo significativamente el esfuerzo computacional, el
tiempo y el coste de resolución. A pesar de su mayor operatividad y eficiencia
no pueden asegurar que la solución encontrada sea la mejor de todas.
-Simulación: Parte de la modelización del
problema para simular el comportamiento del mismo posteriormente. Su ventaja
principal es que permite una representación del problema más aproximada a la
realidad, incluyendo multitud de aspectos, variables y parámetros (por eso es
necesario el ordenador para manejarse con la gran cantidad de datos). No nos
ofrece una solución óptima al problema. Ejemplos de simuladores específicos son "Lreps", "Pipeline Manager" o "Locate".
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