El día a día de muchas empresas se basa en la gestión de proyectos más o menos ambiciosos. El camino para materializar un proyecto, sea del tipo que sea, es siempre arduo, pues el cliente es el que manda y hay que amoldarse a sus ideas y gustos. Además en los contratos cada vez se deja menos margen de maniobra y un simple error de cálculo en la estimación de la duración del proyecto puede tener consecuencias económicas muy importantes para la empresa.
Normalmente la gestión de proyectos la realizan auténticos profesionales con muchas horas de vuelo y cansados de tropezarse y superar dificultades sobre la marcha. Pero, a veces, las cosas no salen como debieran y así podemos encontrarnos con proyectos que duplican o triplican el grado de inversión prevista en un primer momento. Eso puede significar importantes perdidas para las empresas. Por eso es importante que éstas ejecuten algún tipo de mecanismo de control tanto sobre los directores del proyecto como sobre la metodología empleada. Y ahí es donde pueden tener cabida, una vez más, los profesionales de la Inteligencia Competitiva. En este caso, su papel no será gestionar el proyecto en sí, sino efectuar los mecanismos de control necesarios sobre los directores del proyecto y sobre la metodología empleada para estimar los costos, la duración y la lista de entregables del proyecto detectando posibles lagunas a tiempo y antes de que se cierre el contrato. Para ello, aún sin ser expertos en la materia, se hace necesario que los analistas estén familiarizados con la metodología de la gestión de proyectos para poder asesorar debidamente al CEO. No cabe duda que la buena realización de un proyecto afecta de forma directa a la competitividad de una empresa.
Dos de los métodos comúnmente empleados en la gestión de proyectos son el PERT y el CPM. El método CPM (Critical Path Method) fue desarrollado en 1957 por las fábricas duPont. El PERT (Programme Evaluation and Review Technique) fue desarrollado un año después para la Marina de los Estados Unidos.
En las siguientes entradas, desarrollaremos en profundidad ambas técnicas, pero, por el momento, sólo vamos a hablar de cómo crear un elemento esencial en todo proyecto, esto es, un Diagrama de Gantt. El Diagrama de Gant es una herramienta sencilla y fácil de utilizar que nos muestra las interrelaciones entre las actividades y los recursos. Siempre digo que a un buen analista le basta con papel y lápiz y realmente esta técnica puede desarrollarse así, pero en la web podemos encontrar software libre que nos facilitará enormemente la tarea. Uno de los más intuitivos podemos encontrarlo y descargarlo en:
http://grafica-de-gantt.softonic.com/
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