Le debemos al genial Michael Porter, considerado ya un clásico, grandes aportaciones al campo de la estrategia empresarial y la inteligencia competitiva. La mayoría de ellas han quedado reflejadas en sus archiconocidas obras "Estrategia competitiva" y "Ventaja competitiva", reeditadas recientemente en castellano por la editorial Pirámide.
Quizás la técnica de análisis más conocida de Porter sea la del análisis de las 5 Fuerzas, reconocida mundialmente como una técnica apropiada para analizar el entorno específico o microentorno empresarial. Hablaremos de esta técnica en otra ocasión. Hoy quiero centrarme en otra que, aunque con menos fama, es vital para comprender los mecanismos internos de una empresa. Me estoy refiriendo a la Cadena de Valor.
A bote pronto, utilizando esta técnica, podemos distinguir dos utilidades para la empresa. La primera de ellas tiene que ver con el conocimiento exhaustivo del funcionamiento interno de la propia empresa para poder localizar fallos o lagunas. De igual forma, si queremos realizar ajustes debido a nuestro presupuesto, no tendremos más remedio que echar mano de la Cadena de Valor. O también si queremos introducir nuevas actividades o sopesar hasta qué punto es conveniente que lo hagamos en outsourcing.
La segunda utilidad tiene que ver con otra técnica de análisis como es el benchmarking. Para que esta técnica funcione, debemos fijarnos en la Cadena de Valor de la empresa a la que observamos y no en su mera apariencia estructural.
La Cadena de Valor distingue entre actividades primarias, que se refieren a la creación física del producto o servicio, su venta y el servicio postventa: logística interna, operaciones, logística externa, mercadotecnia y ventas, servicio o mantenimiento. Estas actividades primarias están apoyadas en las secundarias o transversales, que son: abastecimiento, infraestructura, recursos humanos, investigación y desarrollo.
Hola Juan Pablo,
ResponderEliminarSe hecha de menos un gráfico y algo así como lecturas recomendadas para seguir ampliando la información.
Muchas gracias por este post y felicidades por tu blog
Jesús González