Mis inicios en el campo de la Epistemología aplicada al Análisis de Inteligencia

Para quien se pregunte cómo comencé en esto tan raro de la epistemología aplicada al análisis de inteligencia le recomiendo la lectura de esta entrada. Hace ya unos años, aproximadamente en el 2009, yo aún estaba en el Ejército. Desde el Ministerio de Defensa me habían becado para realizar un curso en Seguridad y Defensa de dos años de duración en el CESEDEN. En el segundo año decidí especializarme en inteligencia estratégica y comencé a preparar mi Trabajo Fin de Máster para poder defenderlo ante el tribunal. Por aquél entonces, la epistemología aplicada al análisis en inteligencia estratégica era una disciplina casi desconocida en España. Los únicos que escribían sobre ella eran los analistas norteamericanos, la mayoría formadores de analistas en la CIA. Quería saber qué se conocía o qué se estaba haciendo al respecto en nuestro país y en concreto en nuestros servicios de inteligencia. Así que me puse en contacto con el centro, les expliqué lo que estaba haciendo y rápidamente concertaron una cita en el mismo CNI. Recuerdo que hasta me adjuntaron un plano de carretera, pues era la primera vez que me acercaba a sus instalaciones. El encargado de hacerse cargo de la entrevista a petición del propio director Sanz Roldan fue I. Rosales (aporto su nombre porque es de sobra conocido en el mundillo y todo el mundo sabe que trabaja o trabajaba para el centro). Rosales se quedó ciertamente impresionado por la tesis, que había leído con interés anotando sugerencias a su gusto e intentando buscarle el lado más práctico posible y más aterrizado en las diferentes técnicas estructuradas de análisis. A modo de paréntesis diré que por aquella época el CNI estaba haciendo grandes esfuerzos por acercar su labor a los ciudadanos y por promover la Cultura de Inteligencia dentro del marco más amplio y estratégico elaborado para acercar la Cultura de Seguridad y Defensa a los ciudadanos. Al poco tiempo, el máster de analistas de inteligencia de la Universidad Rey Juan Carlos, único en su especie por aquellos años, incluía un módulo completo en su programa dedicado a la Epistemología aplicada al análisis de inteligencia.  Aún no estando de acuerdo en el enfoque que se le daba me pareció meritorio que lo incluyesen en sus planes de estudio.

Aquí debo agradecer también al personal del CNI que me estimuló a seguir adelante en un campo muy poco explorado. Sobre todo a dos mujeres: una amable psicóloga llamada Camino y una práctica formadora de recién ingresados llamada Ana.

Por mi parte, continué ampliando mi formación de manera autodidacta y cursando los pocos programas especializados que había por aquél entonces. Me sumergí en el mundo de la inteligencia competitiva (empresas) y estudié sus técnicas de análisis. Poco a poco fui teniendo una visión de conjunto que me ayudaba a comprender cómo se resuelven y analizan los problemas en diferentes ámbitos. Hoy completo mi formación estudiando un grado estadística y matemáticas (y empresa) y un máster en lógica y filosofía de la ciencia. Creo que uno no se puede llamar un analista completo sin saber de estas materias. Evidentemente he empleado mucho tiempo y esfuerzo en mi formación y, aunque los resultados después de tanto esfuerzo no han sido los esperados, pienso que uno, por encima de todo, debe ser fiel a la propia disciplina. Eso y la honestidad intelectual de quien lo intenta aún sin lograrlo, compensan muchos de los sinsabores.

Tiempo después, desde la Universidad Autónoma, me llamaron para que me encargara de esa parte de formación en un curso de postgrado que iban a poner en marcha. Me alegré, por fin, de poder dar mi enfoque personal a un tema que tanto había estudiado y cuyas posibilidades y perspectivas eran más que evidentes. El título de Experto en Análisis de Inteligencia de la UAM se ha convertido, sin lugar a dudas, en uno de los postgrados de referencia en nuestro país tanto por su programa como por su equipo docente:

http://www.uam.es/otros/forenses/esint/index_archivos/Page814.htm

Al mismo tiempo, comencé a colaborar con el Instituto Español de Estudios Estratégicos como colaborador externo trabajando sobre diferentes conceptos operativos y estratégicos y sobre el otro tema que es una de mis grandes pasiones: la geopolítica vaticana.

Hoy la Epistemología está de moda en los servicios de inteligencia. El pensamiento sobre cómo pesamos o analizamos resulta ser la piedra angular de la formación de los nuevos analistas que intentan no caer en los mismos errores mediante la revisión de las lecciones aprendidas. Al mismo tiempo, como expliqué en la entrada anterior, han aparecido perfiles especializados de creciente importancia como los analistas metodológicos. Creo sinceramente que nuestros servicios de inteligencia, aún teniendo en cuenta las limitaciones y otras circunstancias, debería hacer el esfuerzo por no descolgarse de este campo. Crear nuevas técnicas de análisis o mejorarlas no algo fácil y es una tarea a largo plazo, pero es posible y, sin lugar a dudas, los réditos que se pueden obtener son enormes y eso sin mencionar el prestigio internacional de unos servicios de inteligencia que demuestren estar en la vanguardia de la investigación. Esto último ya lo señalaba en el artículo que escribí para la revista Inteligencia y Seguridad: Revista de análisis y prospectiva en su número 12. 

Seguramente en este resumen se habrán quedado cosas y nombres de personas en el tintero pero creo que es una buena síntesis de cómo comencé mi recorrido. A lo largo del camino he conocido analistas jóvenes y menos jóvenes que me han ayudado e ilusionado al mismo tiempo: Pedro Baños y Federico Aznar en el CESEDEN, Juan Ferrer (el mejor analista de fusiones de compañías que he conocido, ahora trabajando en la City), Sonia Gógova (directora del primer grupo de inteligencia competitiva de Telefónica) que me enseñó técnicas de análisis en la UFV, Jose María Blanco (Director del Centro de Prospectiva de la Guardia Civil), Eva Moya (experta rastreadora de la red), Rafael Zurita (ISDEFE) y su mirada práctica y concisa a los problemas...sin lugar a dudas hay muchos más, pero la lista se haría demasiado larga para el lector.

Termino con unos versos de  Constantino Cavafis en su poema Ítaca:

"Cuando te encuentres de camino a Ítaca, 
desea que sea largo el camino, 
lleno de aventuras, lleno de conocimientos. 
A los Lestrigones y a los Cíclopes, 
al enojado Poseidón no temas,
tales en tu camino nunca encontrarás, 
si mantienes tu pensamiento elevado, y selecta 
emoción tu espíritu y tu cuerpo tienta. 
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al fiero Poseidón no encontrarás, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si tu alma no los coloca ante ti.

Desea que sea largo el camino. 
Que sean muchas las mañanas estivales 
en que con qué alegría, con qué gozo 
arribes a puertos nunca antes vistos, 
deténte en los emporios fenicios, 
y adquiere mercancías preciosas, 
nácares y corales, ámbar y ébano, 
y perfumes sensuales de todo tipo, 
cuántos más perfumes sensuales puedas, 
ve a ciudades de Egipto, a muchas, 
aprende y aprende de los instruidos.

Ten siempre en tu mente a Ítaca. 
La llegada allí es tu destino. 
Pero no apresures tu viaje en absoluto. 
Mejor que dure muchos años, 
y ya anciano recales en la isla, 
rico con cuanto ganaste en el camino, 
sin esperar que te dé riquezas Ítaca.

Ítaca te dio el bello viaje. 
Sin ella no habrías emprendido el camino. 
Pero no tiene más que darte.

"Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó. 
Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia,
comprenderás ya qué significan las Ítacas"