En 1949 un profesor de historia graduado en la
universidad de Yale, irónico y bromista a partes iguales, publicó un manual
destinado a marcar un hito en la disciplina de inteligencia. Desde entonces se
han publicado muchos más manuales, pero Sherman Kent sigue siendo considerado
el padre del análisis de inteligencia[1].
Aunque, como afirma el profesor Diego Navarro Bonilla:
“las operaciones que años más tarde quedarían
englobadas y definidas por Sherman Kent bajo el término ciclo de inteligencia
estaban en realidad ya delineadas. Sirva como ejemplo, uno más entre muchos, la
contribución teórica a la concepción organizada y sistemática de la información
y el espionaje llevado a cabo por la segunda sección del Estado Mayor
Republicano durante la
Guerra Civil Española. Bajo la dirección del coronel Manuel
Estrada Manchón, los numerosos informes, metodologías de actuación y propuestas
de reorganización conservadas aluden a una teoría muy bien asentada y sugieren
un método de inteligencia nada desdeñable desde un punto de vista teórico y
conceptual” (Navarro Bonilla 2007, p.49). Otra cosa es dilucidar hasta qué
punto esa concepción teórica fue llevada a la práctica y si la inteligencia
republicana alcanzó el desarrollo y la eficacia real que aparentemente
reflejaba. De todas formas, lo descrito anteriormente no le quita ni un ápice
de importancia a la genial idea de Sherman Kent.
El ciclo de inteligencia puede definirse como “la
serie de fases sistematizadas a través de las cuales se desarrolla el trabajo
intelectual de generación de nuevo conocimiento, útil, veraz y ajustado a los
requerimientos de inteligencia delimitados previamente por un usuario o
destinatario final”. (Navarro Bonilla, 2009, p.116).
En la actualidad el ciclo de inteligencia pensado
por “Sher”, como le llamaban sus colegas más cercanos, está siendo puesto en
duda. Algunos analistas dudan de su utilidad en un mundo que ha evolucionado
hacia notas y características muy diferentes de las que pudo ver aquél
profesor. Ciertamente desde el punto de
vista de Kent, el ciclo de inteligencia es, a priori, un enfoque convencional
de resolución de problemas, es decir, opera desde la pregunta (problema) hacia
la respuesta (solución). El flujo que establece es lineal y resoluble y esto no
se corresponde con los procesos cognitivos que ocurren en el razonamiento
humano ni con una visión compleja de la realidad que, desde luego, es no lineal
y no resoluble. En el intento de linealizar problemas no lineales a través del
ciclo de inteligencia están muchas de las carencias que plantea la disciplina (Martín Juárez). Conviene aclarar que lo que se pone en duda no es la arquitectura del ciclo de
inteligencia, que puede ser más o menos viable, sino los contenidos y la manera
de proceder en cada paso del ciclo. Los antiguos procedimientos deben dejar
paso a los nuevos pero esto no significa que el ciclo ya no sirva como marco
estructural. Ilustraré mi idea con un ejemplo. En los planos de casi todas las
casas el arquitecto deja un espacio dedicado al salón, otro a la habitación, la
cocina, etc. El arquitecto lo hace así porque la mayoría de la gente quiere
tener esas estancias en su casa. Podrían dedicar ese espacio a otras cosas,
pero ven más práctico y útil que sea así. Ahora bien, cada una de las
diferentes estancias puede decorarse de diferente forma conforme a los gustos
personales o a los propósitos que se persigan.
El salón puede ser más o menos grande, estar unido a la cocina, hacer
las veces de salón-comedor, etc. Además puede tener un estilo clásico, moderno,
minimalista, etc. De esta forma una misma sala puede contener un tipo u otro de
salón según nuestra necesidad o gusto. Dicho de otra forma, es necesario
adaptar las fases de la inteligencia a los objetivos y diseñarlas de acuerdo a
las particularidades de cada caso. En esta línea estoy de acuerdo con Robert M.
Clark cuando afirma que “el ciclo de inteligencia puede describir la estructura
y la función de inteligencia pero no describe el proceso de inteligencia en sí
mismo”.
[1] El
lector se preguntará, no sin motivo, cómo pudo aquél irónico y bromista
profesor de Historia inventar toda una metodología en inteligencia. La
respuesta está en su especialización. Sherman Kent no fue un profesor de
Historia convencional, sino que enseñaba la historia como una serie de cambios
metodológicos y cognitivos. Explicaba a sus alumnos la importancia de verificar
sus fuentes y dejar atrás sus
predilecciones y prejuicios personales. Como el lector podrá comprobar eso no
está muy lejos del trabajo de cualquier analista.(Davis, J. “Sherman Kent and the Profession of
Intelligence Analysis” p.3)
Amigo Pablo,
ResponderEliminarTe animo a investigar y añadir a tu entrada el impacto y la evolución que está sufriendo el ciclo de Inteligencia de un paradigma TPED (Tasking, Processing, Exploitation, Dissemination) a un proceso , TPPU (Tasking, Posting, Processing, Use) fundamentalmente debido a las nuevas capacidades que te ofrecen las Tecnologías de la Información.
[Ref: Net-Centric Operations and warefare reference model (NCOW RM) v1.0 Sept.
2003]
Las implicaciones son obvias:
“Pull” frente a “push” como dicen los ingleses, los flujos de información ya no sólo son en una dirección sino que permite a la vez el acceso a múltiples usuarios a dicha información y a la vez los usuarios podrán seleccionar aquellos datos o informes que son relevantes para ellos.
Es decir, hablamos de colaboración, porque “post” (publicar) antes del “process” (procesar) lleva implícito el uso de redes colaborativas “todos con todos” y he aquí lo importante, cada analista utilizará y procesará la información (ya diseminada) de acuerdo a sus intereses, sin representar un riesgo o una amenaza para otros analistas.
Un saludo,
RZ
Hola Pablo,
ResponderEliminar¿dispones de la referencia completa del trabajo de Navarro Bonilla 2009 donde define el ciclo de Inteligencia?
Gracias
Hola Estefanía:
ResponderEliminarLa definición puedes encontrarla en la siguiente obra:
NAVARRO BONILLA, Diego, “Planificando el futuro, analizando el pasado:
¿Para qué estudiar la inteligencia?, en “El alma de la victoria. Estudios
sobre inteligencia estratégica”, Plaza y Valdés, Madrid, 2009.
También puedes leer:
NAVARRO BONILLA, Diego, “El ciclo de inteligencia y sus límites”,
Cuadernos Constitucionales de la Cátedra Fadrique Furió Ceriol nº 48.
Espero haberte ayudado.
Un cordial saludo
Muchas gracias Juan Pablo!
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