EL SUSURRO CLANDESTINO

EL SUSURRO CLANDESTINO
"La Inducción sin abducción es ciega, la abducción sin inducción es vacía" "Jugar al juego por el bien del juego"

lunes, 5 de marzo de 2012

WEAK SIGNALS


Mi primer acercamiento a este concepto me vino de la lectura de un interesante trabajo de Raquel Janissek-Muniz, Humberto Lesca y Henrique Freitas[1] sobre el desarrollo de la capacidad de antelación por la identificación de indicios anticipativos.
El seguimiento de las señales débiles se ha convertido en un elemento básico de la inteligencia competitiva, tanto más cuanto que el desarrollo de la tecnología de la información que permite la acumulación y procesamiento de cuasi-automática de la cantidad masiva de datos. La idea es que la identificación de las señales débiles permiten a una organización la detección de una amenaza u oportunidad incipiente y, por tanto, reaccionar con mayor rapidez y eficacia. Por ejemplo, una empresa puede así detectar un cambio en la actitud del comportamiento del consumidor. De igual manera, algunas empresas tratan de detectar la entrada prevista de un competidor en su mercado mediante el control de la adquisición de terrenos para construir una fábrica o el registro de patentes.

El problema es que la experiencia nos demuestra que si queremos ser efectivos, no basta con adoptar una actitud pasiva de seguimiento de las mismas variables todo el tiempo. Cada cierto tiempo debemos formular hipótesis de trabajo que nos conduzcan a establecer nuevas variables de cuyo seguimiento podemos obtener señales débiles útiles para la empresa. Y esto obliga a los analistas a un continuo trabajo de “refresco”. En este sentido, para obtener señales débiles, hay que buscar con ciertos criterios asumidos de antemano. Y en este punto, nada puede sustituir al trabajo del analista. Por lo tanto, la vasta literatura sobre las señales débiles, (por ejemplo Schoemaker[2], que es típico), mientras que no es del todo inútil, no nos ayudará mucho a resolver el problema real, el de tener buenas hipótesis de trabajo. Eso es tarea exclusiva del analista. No es una cuestión de cantidad de datos, sino que es un problema epistemológico. No podemos o no debemos trabajar con un enfoque puramente inductivo, debemos aplicar la abducción, tanto la explicativa como la evaluativa. Esta idea no es nueva. Ya la formuló Nassim Taleb en su famosa obra “Black Swan”.

En conclusión, el seguimiento de las señales débiles que es necesario y útil en la caja de herramientas de inteligencia competitiva y la prevención de sorpresas estratégicas, pero no esperemos que haga el trabajo de los analistas. La elaboración de las hipótesis es tan o más importante que el seguimiento de las variables.





[1] -MUNIZ, Raquel, LESCA, Humbert, FREITAS, Henrique, “Inteligência Estratégica Antecipativa e coletiva para tomada de decisao”, Revista de inteligencia competitiva, v 1, n.1, pp. 102-127, Abril-Junio 2011, Sao Paulo, 2011.

1 comentario:

  1. interesante publicación, sin embargo opino que el seguimiento pasivo al que hacen referencia, corresponde más a la vigilancia tecnológica. La inteligencia competitiva asume y predispone a la toma de desiciones y a la acción misma. No se establece esa diferencia marcada entre la inteligencia competitiva y la vigilancia tecnológica. El mal uso de estos conceptos, puede alterar y desnaturalizar la activación en cuando y por qué, de la inteligencia en general

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