Hace unos días publicaba una entrada en este blog sobre Cuba. En la entrada indicaba que, dadas las actuales circunstancias de la isla, España debería intentar entrar como actor en el hipotético periodo de transición cubano. Y que para lograrlo, debería establecer una alianza estratégica con el Vaticano, haciendo valer su capacidad para ayudar a hacer realidad los intereses de la Iglesia Católica en la isla, que también señalaba en el artículo.
Pues bien, recientemente, el cardenal Ortega, ha impartido una conferencia muy discutida en Harvard. Las declaraciones del cardenal, malinterpretadas o no, han enfurecido a la desidencia cubana. Pero esto, si se quiere, es la anécdota que no debe alejarnos de la categoría. En la visita a EE.UU, el cardenal no iba solo y llevaba comitiva. Le acompañaban el Dr. Roberto Veiga (comunista reciclado) y Arturo López Callejas (también apodado "El Turi"), profesor de la Universidad de Colorado, cabeza del grupo de lobistas Cuban-American Engagement (que presiona en Washington para flexibilizar el embargo) y con vínculos con la inteligencia norteamericana. Además de explicar el éxito de la visita del Papa a Cuba, la intención era hacer ver a los políticos americanos que el gobierno de Cuba está dispuesto a avanzar en las reformas.
El gobierno español debería estar preocupado porque dejando a un lado la influencia, ya descontada, de Venezuela, China o Brasil, lo que denotan estos últimos hechos son los movimientos bajo la mesa entre Washington y La Habana, que pueden asegurar a EE.UU la toma de posiciones para el futuro en sectores empresariales y productivos en los que estaba ausente gracias a la mediación de la Iglesia Católica. Si finalmente el gobierno español no juega sus cartas a tiempo y el Vaticano bascula y apoya a EE.UU como posible actor en la hipotética transición, las futuras oportunidades de España en la isla se verían drasticamente reducidas.
En otro orden de cosas, muchos empresarios españoles con intereses en Cuba están preocupados estos días por la letra pequeña del rescate a Bankia y cómo puede esto afectar a Corporación Financiera Habana, que es la filial de Caja Madrid en la isla y que se ha convertido en uno de los instrumentos más útiles para dar cobertura a las inversiones realizadas en el enclave caribeño. Y eso sin hablar del estrecho marcaje que el gobierno estadounidense está haciendo a las empresas españolas en Cuba, que se ha visto reflejado recientemente con el aviso a Alierta, presidente de Telefónica.
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