EL SUSURRO CLANDESTINO

EL SUSURRO CLANDESTINO
"La Inducción sin abducción es ciega, la abducción sin inducción es vacía" "Jugar al juego por el bien del juego"

jueves, 7 de noviembre de 2013

LA LÓGICA BINARIA ARISTOTÉLICA Y LOS AGENTES CLANDESTINOS




No acostumbro a escribir en mi blog sobre temas que tengan que ver con las técnicas de los agentes clandestinos o los agentes de campo porque quiero que este blog esté orientado exclusivamente al análisis de inteligencia. No obstante, en esta ocasión haré una excepción para describir como la lógica binaria aristotélica puede ser una poderosa herramienta en ayuda a los agentes clandestinos. Como sabemos , la lógica binaria opera con dos resultados: 0 o 1 o un SI o NO.

Usualmente en HUMINT se suele construir una red de contactos o informadores. Los agentes, muchas veces, tienen que hacer el papel de controladores de esos informantes y recabar la información sensible que pueda interesar conforme a las directrices establecidas. Muchos de los contactos del agente en cuestión con los informadores, debido a las circunstancias, deben efectuarse de manera clandestina para intentar no ser descubiertos. La lógica binaria aristotélica está presente en números técnicas utilizadas para saber si el informante tiene o no información que pasar al agente. A continuación describiremos solo tres de ellas, pero puede haber decenas:

·         Zippo: la técnica del “zippo” consiste en chascar el encendedor una vez si el informador tiene información que dar al agente y dos si no la tiene.  De igual forma el agente responderá si es seguro mantener un contacto posterior o no lo es escogiendo otra técnica diferente.

·         Anillo: el anillo en el dedo meñique puede significar que hay información si se lleva o que no la hay si no se lleva

·         Zapatos: los cordones de los zapatos atados en línea se interpreta como que no hay información, atados en cruz significa que si la hay. Esta técnica solía aparecer en casi todos los manuales de los agentes durante la Guerra Fría.

Como vemos, estas técnicas no aportan mucha información pero sí un estado de la situación. El agente tendrá que decidir después sopesando las circunstancias si puede arriesgarse a mantener contacto con el informador mediante los usos y costumbres previamente acordados o si escogerá una determinada forma de “buzón”. Las dificultades variarán dependiendo del contexto, el riesgo y el país donde se opere.

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