En una entrada anterior sobre la elaboración de informes explicaba los distintos tipos de informes y algunas reglas básicas de redacción. En esta entrada continuamos profundizando desde el punto de vista de la estructura interna de los párrafos.
El párrafo de pirámide invertida es una de las estructuras básicas a tener en cuenta cuando se trata de redactar un informe. Cada párrafo debe comenzar con el núcleo de una afirmación seguida de las frases destinadas a explicar o dar soporte a esa afirmación en orden decreciente de mayor a menor importancia o de la generalidad al detalle. De forma coloquial suele decirse que un párrafo debe comenzar con una explosión y acabar con un quejido. Cada párrafo debe contener un solo punto principal, dejando los restantes puntos para otros párrafos.
La pirámide invertida tiene tres versiones diferentes según el soporte que se pretenda dar a la afirmación principal:
La primera versión sitúa al comienzo del párrafo las evidencias, que son las que soportan la afirmación principal, en orden decreciente de importancia y al final del párrafo, si es necesario, la información de contexto.
La segunda versión sitúa al comienzo del párrafo la afirmación principal que es el juicio principal, seguidos de los juicios secundarios en orden decreciente. Éstos últimos normalmente son conjeturas o interpretaciones y por eso conviene advertir al lector con frases de aviso que dejen claro esto como por ejemplo "En mi opinión".
La tercera versión es una mezcla de las dos anteriores, donde la afirmación principal del párrafo es seguida de los juicios secundarios y la información contextual.
BIBLIOGRAFÍA:
Analysis Training Handbook. CIA.
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