EL OFICIO DE ANALISTA

¿Son los analistas gente con "una mente maravillosa"?

Los analistas no son gente superdotada, ni tampoco con un cerebro excepcional. Suelen ser gente muy normal, con sus defectos y sus virtudes. Normalmente tienen las mismas preocupaciones que el resto de las personas, como por ejemplo llegar a fin de mes.

¿Cómo se forma un analista?


El análisis de información es una disciplina muy agradecida, en el sentido que tienen cabida perfiles de muchas procedencias y con muy variada formación. Hasta hace algunos años no existía ninguna referencia en el mundo académico. Ahora existe algún que otro máster y postgrado. Esto se queda corto en relación con otros países, en los que pueden obtener una licenciatura e incluso un doctorado en esta materia. En España, la mayoría de los que nos dedicamos a esto intentamos hacer virtud de la necesidad y vamos escogiendo los aspectos formativos que creemos más interesantes. Si queremos realizar un doctorado (como es mi caso) no tenemos más remedio que escoger una determinada disciplina que tenga algo que ver (Filosofía, Ciencias Políticas, Sociología, Geopolítica, Estadística, etc) e intentar vascular nuestra tesis hacia el análisis de información.

De todas formas, casi todos estamos de acuerdo en que un buen analista necesita tener unos conocimientos sólidos en Lógica y Epistemología (métodos de razonamiento) y saber manejarse bien con los programas estadísticos y de minería de datos (saber utilizarlos y también interpretar los resultados que arrojan). Esto aparte, claro está, del conocimiento en su área de trabajo particular (Marketing, Política, Inteligencia, etc) Si además tiene algunos conocimientos de Teoría de la Decisión, pues mucho mejor.

¿Dónde trabajan y qué sueldo reciben?

Pues, en este sentido, sólo hay dos o tres posibles alternativas. La primera es trabajar para los servicios de información o de inteligencia del país. Esto es muy difícil y muy infrecuente. Además tiene muchos condicionantes para la vida personal. Evidentemente en nuestro país las posibilidades se reducen porque la comunidad de inteligencia es muy pequeña. Pero quien logra trabajar aquí, gana mucha experiencia y el sueldo debe ser considerablemente más elevado que en la empresa privada. También pueden ficharte como analista político o asesor, pero para eso vas a necesitar buenos contactos.

La segunda es tener la suerte de fichar por el departamento de inteligencia competitiva o estratégica de una gran multinacional. Esto te asegura ganar experiencia rápidamente y trabajar con buenos medios. Pero si eres analista novato o junior, te van a pagar exactamente como eso. No esperes ir mucho más allá del sueldo típico del mileurista.

También está la opción de las consultorías estratégicas. Aquí la responsabilidad suele ser bastante elevada porque los proyectos no se hacen solos y frecuentemente hay un personal muy reducido. Además debes tener en cuenta que la culpa de que las cosas salgan mal siempre es del novato. Respecto al sueldo, más de lo mismo.

La última opción es fichar por el departamento de marketing de una mediana empresa. Aquí contarás con menos medios a tu disposición, pero el grado de responsabilidad será también menor. Como contrapartida, muchas veces harás de todo sin que tenga que ver con el análisis. Llevarás y traerás el café, harás de chico de los recados, organizarás eventos, responderás al teléfono y, de paso, y por el mismo precio, el jefe te dirá que realices algún análisis (para motivarte) que, frecuentemente, el tirará a la basura. En la entrevista de trabajo siempre te dirán que sí, que esa empresa tiene un departamento de análisis y que necesitan gente como tú. En realidad es un pequeño truco. Les interesa tener gente formada con ese perfil y poder decir puertas afuera que la empresa tiene un departamento de inteligencia competitiva. Eso viste mucho. Pero frecuentemente no es así y luego te asignan a puestos diferentes. Respecto al sueldo, pues más de lo mismo. Con mucha suerte llegarás a los mil euros.

Conclusión: Nadie se hace rico siendo analista, pero, con suerte, podrás disfrutar haciendo aquello que te gusta. Y, cuando pase el tiempo y ganes experiencia en varias empresas, te convertirás en un analista senior.